El valor fundamental de la Escuela de Danza iDance es la integridad. La integridad es la gama de actitudes que realiza un individuo en el trascurso de su madurez individual para desarrollar su formación personal. Un ejemplo ilustrativo es la figura de Leonardo Da Vinci, humanista del Renacimiento Italiano (siglos XV-XVI), que además de obras maestras realizadas en pintura y escultura, destacó paralelamente en un diverso campo de actividades entre las que se incluyen ,la ingeniería, la anatomía, la filosofía, la literatura o la música.
El ejemplo de Leonardo sirve para aclarar la dimensión de la integridad como el conjunto de valores, comportamientos y forma de actuar que configuran la concepción que una persona tiene de sí misma. Una persona íntegra es completa y siempre hace lo correcto.
No obstante iDance no acaba aquí. La “i” inicial se refiere a un compendio de actitudes y comportamientos que iDance trasmite a sus alumnos como: idealismo, identidad, identificación, idoneidad, ilusión, imaginación, impecabilidad, infinidad, ingenio, iniciativa, inmensidad, innovación, inquietud, inusual, inspiración, instinto, instrucción, inteligencia, intensidad, interpretación, intimidad, intrepidez e intuición, entre otros.
Además de la técnica propia de cada estilo de danza, iDance ofrece toda esta formación personal a sus bailarines, basada en pilares básicos como el esfuerzo y la constancia. La doctrina en iDance se basa en estos pilares por considerar que el esfuerzo es la cualidad que posee una persona para perseguir una idea y trabajar para su materialización. La constancia se refiere a la cualidad de seguir desarrollando una serie de normas y normalizarlas como costumbres.
Inculcar todos los valores reseñados sobre los pilares del esfuerzo y la constancia es la formación extra-académica que iDance ofrece a sus alumnos, lo que les permite afrontar su profesión y las futuras salidas profesionales con empeño, humildad y templanza.
Mártires de la Ventilla 68, 28029, Madrid. 91 101 77 77. www.idance.es info@idanc.es
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